[Informe de Batalla] Probando Age of Sigmar: Stormcast VS Nighthaunt

Como ya comenté en una entrada anterior sobre AOS28, estoy haciéndome el coleccionable de Age of Sigmar Mortal Realms. No sé hasta cuando mantendré la suscripción, pero mi idea es llegar a tener dos ejércitos jugables a nivel torneo (creo que se suelen jugar a unos 2000 puntos) y de momento lo que está saliendo me está gustando. 

Tal y como va avanzada la colección ya me permitía jugar una pequeña partida, que en esta ocasión ha sido en mi propia casa contra una contrincante de once años. La idea era probar el juego básico y las distintas dinámicas y fases, prescindiendo de reglas de facción o subfacción. 

Jugamos un escenario de romper las líneas enemigas. El campo de batalla representaba los límites de alguna ciudad de Sigmar, defendida por los Stormcast. El objetivo de los Nighthaunt era que al menos una de sus unidades atravesara el campo de batalla antes del final del turno 6. El de los Stormcast, impedirlo.


Las fuerzas en liza fueron las siguientes (los warscrolls los descargué de modelbrush.com):
Stormcast eternals (defensores) 473 puntos:
  • Knight Questor (general)
  • 5X Sequitors
  • 3X Castigators
Refuerzos:
  • Knight Incantor
  • 1X Gryph Hound
Nighthaunt (atacantes) 470 puntos:
  • The Briar Queen (general)
  • 6X Thorns of the Briar Queen
  • 20X  Chainrasps Horde
Refuerzos:
  • 4X Myrmourn Banshees
  • 4X Glaivewraith Stalkers
Como se puede comprobar a primera vista, los Stormcast son un ejército de "élite", por los mismos puntos tenemos 11 miniaturas frente a 36 de los Nighthaunt. Veremos, sin embargo, que los que lo tienen más difícil aquí son los fantasmicos.
El campo de batalla no tiene mucho misterio. El tapete que viene con el número cuatro de la colección, los edificios del Sigmarite Mausoleum y un área elevada que realicé doblando uno de los tapetillos del primer fascículo para que las miniaturas tuvieran a algún sitio donde subirse. Las áreas de despliegue de cada ejército se sitúan hasta un máximo de 6 pulgadas de cada extremo.
¿Pensáis que el Knight Questor está en problemas? Ah, no diría yo eso.
El desarrollo de la partida fue complicado para los Nighthaunt (llevados por mí). Mi hábil rival supo interceptar a mis dos unidades con el Knight Questor y los Sequitors, logrando retenerlas a mitad del campo de batalla hasta el final del turno tres, momento en el que entraban los refuerzos (decidí que una parte de las unidades no entraran hasta pasada media partida para que la introducción al juego fuera más suave y teniendo que manejar menos unidades).

La Briar Queen logró deshacerse de los Sequitors, y apunto estuvo de avanzar hasta salirse del campo, pero fue interceptada por la Knight Incantor, que le dio matarile. Después hizo lo mismo con las Banshees, mientras los Stalkers trataban de abrirse paso por el otro flanco (sin éxito por culpa de unas penosas tiradas para correr y siendo barridos por proyectiles mágicos y los disparos de los Castigators). El final del turno seis llegaba para los Nighthaunt mientras los dos únicos Chainrasps supervivientes (muy machacados por continuos ataques-retirada del Gryphound) dejaban sin vida al Knight Questor que había aguantado en combate prácticamente toda la partida. Al no lograr su objetivo de penetrar en la ciudad, la victoria fue para los Stormcast.
Situación final, una auténtica masacre de fantasmicos
Hasta aquí el informe. El juego es muy diferente a lo que uno está acostumbrado en Warhammer Fantasy, pero muy similar a la última edición de 40K, aunque muy simplificado (resulta curioso que se eliminen los atributos de fuerza y resistencia y las tiradas para impactar te las dé el propio arma). Se nota el poder de los héroes y de la magia, y el disparo parece menos potente que en el juego del 41 milenio; pero resulta muy ágil, las mecánicas se pillan pronto y, de hecho, fue sencillo para mi contrincante de 11 años entenderlas y aplicarlas (y hasta recordarme si se me olvidaba alguna regla que fuera en su favor).  ¡Esperemos una revancha!

Para los que os estéis haciendo la colección, os animo a invitar a jugar a quienes tengáis en casa (aunque no tengáis todo pintado). No es un juego especialmente complejo y sí bastante ágil y entretenido. Si Games Workshop no ha logrado, con esta segunda edición de AOS, un wargame para todos los públicos, al menos sí se ha quedado bastante cerca.

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